Lo supe nada más verte : eras tú, lo sentí, lo intuí y me arriesgué.
Te conocí y mi mundo daba vueltas con solo notar tu presencia,
pasaron los días y te ví alejarte sin motivo aparente, hiciste explotar con tus dedos la pompa de jabón en la que me ví sumida al adentrarme en la profundidad de tu mirada.
Y ahora dime : ¿cómo te olvido si aún sigo sabiendo que eres tú?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
espejos rotos